Evaluación de impacto de la capacitación.
El “impacto” son los cambios perceptibles en la organización que se dan producto de la transferencia de conocimientos y competencias de los participantes al puesto de trabajo. De esta forma, el origen del impacto es consecuencia del uso de competencias de los funcionarios.
Según Pilar Pineda, existen dos tipos de impacto de la formación, el primero de origen cualitativo y el segundo de orden económico, o de rentabilidad.
La evaluación del impacto es, entonces, una de las modalidades de valoración de la capacitación. La misma autora define al impacto de la formación como: “repercusiones que la realización de unas acciones formativas conllevan para la organización, en términos de respuesta a las necesidades de formación, de resolución de problemas y de contribución al alcance de los objetivos estratégicos que la organización tiene planteados”.[7]
Las funciones de la evaluación del impacto son:
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Comprobar el cumplimiento de los términos contractuales entre equipos de gestión de capacitación, su organización y otros actores involucrados. |
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Recabar las percepciones y representaciones de los distintos actores en relación a la actividad de capacitación. En otras palabras, reconocer lo que ellos perciben como resultados, aquello que lograron aprender y lo que distinguen como efectos en sus puestos de trabajo. |
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Comprobar el Impacto de la capacitación en la cadena de valor de la organización. |
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Elaborar los informes que permitan demostrar los resultados de la gestión de capacitación a los directivos, incluyendo referencias del funcionamiento de la organización, el flujo de la información y cualquier factor que pueda haber afectado a la instrucción. Así también, señalar aspectos que puedan ser relevantes para iniciar nuevos procesos de capacitación. |
Pilar Pineda, 2000